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sábado, 28 de julio de 2012

Juan Manuel Inchauspe





Cuando a la ciega e imperiosa...

Cuando a la ciega e imperiosa
necesidad de escribir algo se opone
la ausencia absoluta de la palabra
sé que estoy en el verdadero camino.
Entonces levanto la mirada del papel blanco
impenetrable
y la extiendo
sobre los metros de la habitación
las pequeñas piedras del camino
la pila de libros
los dibujos
otros objetos
iluminados
por esa claridad húmeda y lechosa
que segrega
la densa y blanca niebla de la mañana.

Veo en el centro de la mesa
el doblegado ramo de ramas de roble
un enjambre de hojas secas
quietas
aún filosas
formas prehistóricas o arcaicas
ligeramente arqueadas
hacia arriba hacia abajo
como si aún resistiesen
el trabajo del tiempo.


Juan Manuel Inchauspe, Santa Fe, Argentina, 1940-1991
imagen: diario Clarín


Ausencia

A veces
en medio del inútil fragor del día
tu pequeña luz ya apagada parece encenderse
inesperadamente sobre nosotros.

Nadie habla.
Nadie dice nada.
Entre el fragor y tu ausencia se alza
la única luz que nos alumbró.


Juan Manuel Inchauspe, Santa Fe, Argentina, 1940-1991

lunes, 29 de noviembre de 2010

Juan Manuel Inchauspe


5

Suave es caer en la habitación
cuando hemos dejado detrás
esa acumulación crujiente de horas
quemadas para vivir.

Suave es la presencia de los muebles
la línea de tu nuca acompañando
la inclinación de tu cabeza sobre el libro.
Suave es el fondo de mar de tus ojos.

Y más suave la hora — en que ya cansado
pero terriblemente libre — enciendo
la lámpara que apagaré muy tarde.

Juan Manuel Inchauspe, Santa Fe, 1940-1985
imagen & fuente: Juan Manuel Inchauspe, Poesía Completa, Universidad Nacional
del Litoral, Santa Fe, 1994



4

Una vez más estás en el comienzo de la mañana,
herido, insoportable, más débil todavía,
mirando cómo fluye la luz de las cosas,
la clara quietud renaciendo de las sombras.

Una vez más la luz fuera de la ventana
y por dentro sombras apaciguadas y lentas..
La ceniza sobre la mesa, el lomo de los libros
y ese desorden de papeles como de algo
que fue nerviosamente buscado durante la noche.

Juan Manuel Inchauspe, Santa Fe, 1940-1985
fuente: Juan Manuel Inchauspe, Poesía Completa, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1994


1

Me voy temprano y regreso muy tarde
cuando la noche ha hecho ya
gran parte de su trabajo
y no queda tiempo para detenerse a mirar.

Así paso los días. Como si lo mejor de mí
estuviera paralizado y muerto
o mejor como si no hubiera existido nunca.

Nada más que este rostro hipnotizado.
Como un pájaro nocturno
alguna palabra escala mi sangre.
Entiendo que debo quemar mis manos una vez más.
Abro el cuaderno y escribo rápidamente.
Todo arde.

Juan Manuel Inchauspe, Santa Fe, 1940-1985
fuente: Juan Manuel Inchauspe, Poesía Completa, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1994

Había estado...

Había estado
buscando una casa, un lugar
donde poder vivir,
paredes alquiladas
cualquier cosa.

Al volver
desde el centro de una plaza vacía
alcancé a ver ese frío y lejano sol
que siempre se apaga detrás de las grandes ciudades.

Juan Manuel Inchauspe, Santa Fe, 1940-1985
fuente: Juan Manuel Inchauspe, Poesía Completa, Universidad Nacional del Litoral, Santa Fe, 1994

viernes, 7 de mayo de 2010

Juan Manuel Inchauspe


Yo no quiero valerme de palabras

Yo no quiero valerme de palabras
que han sido quemadas, torcidas
en una violenta noche de circo.

No quiero esa canción. Tal vez
llegue tarde, tal vez el paisaje
esté mitad petrificado ya.

Pero no hay excusas.
Sólo aquello que aún no he visto
de mí se agita en la noche.

Sólo las voces perdidas que el tiempo
ha vencido en el fondo de mi carne
me hablan. Y esto no tiene nada
que ver con la frialdad
que los otros han arrojado sobre el paisaje.

Yo escupiré mi propia sangre.


Época

Un prolongado ulular me despertó durante la noche.
Tuve una visión fugaz de luces rojas y amarillas, intermitentes.
Con los ojos recién abiertos en la oscuridad
escuché el sonido giratorio por las calles desiertas.
Instintivamente estiré mi mano por entre las varillas
y palpé el cuerpo de mi pequeño hijo:
suave, cálido,
pacificado como un animalito.

Él no sabe nada de estas cosas.
No sabe nada del sueño cortado
en la fría madrugada.
Ni tiene nunca tampoco por qué saber
cómo brotan del sueño estas visiones;
cómo giran, intermitentes, en la memoria,
y flotan con sus ojos de vidrio alrededor del corazón.


Las palabras que no dije

Las palabras que no dije
las que no pronuncié y devolví
al fondo oscuro de mí mismo
me esperan en el camino.

Un día
o una noche cualquiera
no importa el lugar
me golpearán en pleno rostro.

Juan Manuel Inchauspe, Santa Fe, 1940-1985
de Juan Manuel Inchauspe, Poesía Completa, Universidad Nacional
del Litoral, Santa Fe, 1994
imagen: dibujo de J. M. Inchauspe, 1972